1. Se ponen habichuelas en remojo la noche anterior.
2. Se colocan las habichuelas escurridas en una cazuela, se cubren con agua fría, un poco de sal y se ponen al fuego.
3. Cuando hiervan, se espuman y se añade agua fría para "asustarlas" (quedan más tiernas); se baja el fuego al mínimo. Se puede repetir esta operación si les falta el agua. Se apartan y se dejan en su agua.
4. Mientras, se limpian las acelgas y se escaldan en agua hirviendo dos minutos, sólo las hojas. Se escurren bien y se pican.
5. En una sartén se fríen con el aceite los ajos pelados y las almendras, y se majan en un mortero con la molla de pan.
6. En el mismo aceite se hace un sofrito con el chorizo y los tomates pelados. Al final se echa el pimentón, se le da una vuelta rápida y se vuelca en la cazuela donde están las habichuelas, procurando que el agua cubra todo. Se echa también lo del mortero y el pimiento seco cortado en trocitos.
7. Se deja hervir unos 10 minutos y se añaden las acelgas, mezclando y cociendo durante un par de minutos y se aparta. Debe quedar empanado. Se puede añadir al final una guindilla si te gusta que pique.