Preparación:
1. El día anterior se ponen los garbanzos en remojo y se cuece el trigo: se limpia de cascarillas y se pone a hervir durante una media hora en agua con sal, tras lo cual se aparta la olla del fuego, se tapa y se abriga con unos paños para que el trigo siga hinchándose.
2. Al día siguiente se blanquean en agua hirviendo durante diez minutos el espinazo con el rabo, el hueso, la pata, el tocino de papada y el tocino fresco.
3. Se sacan todos estos ingredientes, se lavan y se ponen de nuevo al fuego cubieros con agua fresca. Espumar el caldo de vez en cuando.
4. Al cabo de media hora de cocción se añade un litro de agua fría y los garbanzos. Cuando hierva el agua se espuma y se baja el fuego.
5. Mientras tanto, se hierven en poca agua los hinojos hasta que estén "al dente", se refrescan con agua fría y se reservan con su caldo.
6. Cuando los garbanzos estén tiernos se añade el trigo y se sigue cociendo unos cinco minutos, se añaden las morcillas y los hinojos con su caldo.
7. Se deja hervir un poco sin que se rompan las morcillas, se prueba de sal y se aparta. Está bueno o mejor de un día para otro.