Este plato es típico de los pueblos de Castro de Filabres, Olula de Castro, Senés y Velefique.
En las cocinas populares hay muchos platos que se rematan añadiendo harina (de trigo o de maíz) para espesar el caldo y para que tengan más alimento. En unos casos se tuesta la harina antes y en otros casos, como en estas gachas de Los Filabres, se cuece sin tostar. Cuando se espesa mucho la harina y el caldo se hace aparte,tenemos las conocidas gachas con caldo quemao. Y si se hacen dulces tenemos las talvinas. O sea, que es una familia muy antigua, de tiempos de escasez.
Hoy día, dirán algunos, no necesitamos tantas calorías y este plato lleva mucha harina. Es cierto, pero también lo es que lleva muy poca grasa, que es lo que aporta más calorías. Por otra parte, siempre podemos dejar las gachas papas más ligeritas con menos harina. Por cierto, la abuela que me dió esta receta, hace ya 30 años, me decía que para que salgan bien finas las gachas hay que menearlas con una caña. Se puede probar con unas varillas, cuidando de no romper las patatas.
Ingredientes:
- 600 g de patata.
- 1 dl de aceite de oliva.
- 1 cebolla de mediana.
- 1 pimiento verde.
- 1 cucharada de pimentón.
- 1,5 l de agua.
- Sal.
- Harina fina de trigo.
Guarnición:
- Cortezas de jamón o de tocino fritas.
Preparación:
1. Se pican la cebolla y el pimiento lo más posible. Se pelan las patatas y se cortan en trozos pequeños.
2. Se pone una cazuela al fuego con patatas y un poco de sal.
3. Se fríen en el aceite las cortezas bien limpias y cortadas finas. Se reservan.
4. En el mismo aceite se hace un sofrito con la cebolla y el pimiento.
5. Cuando el sofrito está bien hecho se añade el pimentón, se le da una vuelta rápida y se vuelca de inmediato. en la cazuela.
6. Cuando están tiernas las patatas se va añadiendo la harina poco a poco, espolvoreándola y moviendo muy bien para que no se formen grumos. Debe quedar espeso como unas gachas ligeras.
7. Se sirve muy caliente, con las cortezas fritas por encima. Antes se acompañaba siempre con un pimiento picante.